Beneficios de los minerales para tu organismo

En el cuerpo se almacenan varios minerales que lo mantienen sano. Para poder obtener los beneficios de los minerales necesitamos ingerirlos a través de la alimentación, por eso es importante prestar atención a nuestra dieta.

Hay algunos minerales sin los que no podemos sobrevivir, y cada uno desempeña un papel importante en el correcto funcionamiento y mantenimiento físico del organismo. Sin el equilibrio adecuado de minerales, nuestro cuerpo no crecería, no se desarrollaría, no podría moverse ni tendría energía (no solo energía física, sino la necesaria para bombear la sangre, por ejemplo).

Sin embargo, a veces no obtenemos todos los minerales esenciales que necesitamos de los alimentos, y es entonces cuando un suplemento alimenticio con minerales puede ayudarnos.

¿Qué son los minerales?

Los minerales proceden de la tierra, el agua y las rocas; el organismo no los fabrica de forma natural. Los alimentos que comemos como ciertas especies de plantas, frutas y verduras, absorben los minerales como el calcio, el zinc o el magnesio y se transfieren a nuestro organismo cuando los consumimos. Es entonces cuando empezamos a disfrutar de los beneficios de los minerales, como la regulación del ritmo cardíaco, la formación correcta de huesos, o proporcionarnos energía, mejorar la concentración y ayudarnos a que nuestro rendimiento mental sea óptimo.

Cada alimento que comemos contiene un elemento o una combinación de minerales diferente, en función del entorno en el que crece y de su genética. Por ejemplo, las espinacas, las nueces, el salmón, los plátanos, el brócoli, la carne roja, las semillas, el marisco, los aguacates, el queso y el yogur ¹ son ricos en minerales como el potasio, calcio, magnesio o zinc.

Si incluyes estos alimentos en tu dieta, te asegurarás de obtener la cantidad adecuada de estas sustancias.

Existen dos grupos de minerales esenciales:

• Macrominerales: los que necesitamos en gran cantidad, como el calcio, el magnesio y el potasio.
• Oligoelementos: los que necesitamos en menor cantidad, como el hierro, el zinc y el cobre.

A algunos alimentos procesados se les añaden minerales; por ejemplo, los cereales del desayuno pueden estar enriquecidos con hierro o el yogur con calcio.

¿Qué tipos de minerales son esenciales?

Los beneficios de los minerales son numerosos, ya que contribuyen a una serie de funciones corporales esenciales desde el interior del organismo como, por ejemplo, fortalecen los huesos y los dientes y favorecen el crecimiento celular.

Las categorías de minerales que son buenos para la salud incluyen:

• Calcio: para los huesos y los dientes. Una carencia de calcio puede provocar osteoporosis, que es cuando los huesos se debilitan y se rompen con facilidad. El calcio también ayuda a que los vasos sanguíneos y los músculos se expandan y contraigan y a liberar enzimas y hormonas en el organismo.
• Fósforo: también mantiene los huesos sanos y aporta energía.
• Hierro: contenido en la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno a los tejidos de la piel y los músculos a través de la sangre, también contribuye al crecimiento celular.
• Magnesio: contribuye a la producción de ADN, proteínas y huesos y regula la presión arterial, las funciones nerviosas y musculares y los niveles de azúcar en sangre. También transforma los alimentos en energía. El magnesio es bueno si sufres calambres, una condición muy dolorosa cuando los músculos se tensan.
• Sodio: ayuda a mantener el equilibrio adecuado de líquidos y al funcionamiento de nervios y músculos. El sodio se presenta en forma de sal (cloruro sódico), pero en exceso puede provocar enfermedades cardiacas, ya que aumenta la presión arterial.
• Potasio: para el correcto funcionamiento de los nervios, las células y los músculos y también ayuda a regular los latidos del corazón y a reducir la presión arterial.
• Zinc: el organismo necesita esta sustancia para ayudar al sistema inmunitario a combatir virus y bacterias. También produce ADN y proteínas y ayuda a cicatrizar las heridas y a coagular la sangre. El zinc es esencial para el crecimiento de los niños.
• Cobre: produce glóbulos rojos y blancos y desencadena la liberación de hierro para formar hemoglobina. También contiene una propiedad esencial para el desarrollo cerebral, el crecimiento infantil y la fortaleza de los huesos.
• Manganeso: produce y activa enzimas que provocan reacciones químicas en el organismo, como la descomposición de los alimentos y la utilización por el organismo del colesterol y los hidratos de carbono.
• Molibdeno: un recurso que activa las enzimas que descomponen las toxinas y previene los sulfatos nocivos que pueden provocar afecciones cutáneas.
• Selenio: previene el daño celular y tisular y ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Se almacena principalmente en la glándula tiroides, que produce hormonas.
• Yodo: ayuda a transportar y regular los nutrientes para el desarrollo, el crecimiento y el metabolismo a través de la hormona tiroidea.
• Flúor: contribuye a la formación de los huesos y protege los dientes, por eso se encuentra en los dentífricos, ya que puede prevenir las caries.

Estos son los principales minerales que debemos incluir en una dieta equilibrada y saludable. Muchos alimentos contienen distintas cantidades de cada uno de ellos, por lo que una alimentación sana debería garantizar que obtenemos los minerales que necesitamos sin tener que controlar su ingesta. Además, en la dieta se debe incluir un aporte igual de necesario de vitaminas para la memoria, la energía y el sistema inmunológico.